Presentamos esta sección con el objetivo de ampliar información sobre las apuestas en pelota vasca, así como detallar su funcionamiento.
Desde tiempos
inmemoriales, la apuesta ha ido unida al propio juego de la
pelota, por lo que es dificil conocer con exactitud su origen.
Esta tradición, por la que se perdieron tierras, ganados y caseríos, se ha
convertido en uno de los elementos más singulares del espectáculo, alcanzando
su máxima expresión en la final manomanista.
Los corredores que dirigen las apuestas van cantando las distintas opciones o posturas según avanza el partido, a favor del color rojo o del color azul, según la camiseta o fajín que lleven los contendientes. El "cantar las apuestas" es continuo, lo que permite apostar a lo largo de todo el encuentro.
Cada apostante elige la que más le satisface sabiendo que las posturas son una proporción de 2 cantidades fijas de euros a la que se somete la apuesta. La primera es la cantidad a perder y la segunda es lo que se puede ganar. Así, si el corredor canta 100 a 50 azules, y se acepta la apuesta, significa que si los azules vencen el apostante ganaría 50 euros (de los cuales se le descontará un porcentaje estipulado para la empresa, llamado corretaje), pero en caso contrario perdería 100 euros.
Estos pagos y cobros se realizan con el corredor de apuestas al final de cada partido en el propio frontón.
Como dato curioso, mencionar que las apuestas se materializan en pequeñas papeletas que el corredor lanal apostante dentro una pelota de tenis hueca, y que una vez recibida, el apostante devuelve al corredor.
Hoy en día también existe la posibilidad de apostar por Internet.
Los corredores que dirigen las apuestas van cantando las distintas opciones o posturas según avanza el partido, a favor del color rojo o del color azul, según la camiseta o fajín que lleven los contendientes. El "cantar las apuestas" es continuo, lo que permite apostar a lo largo de todo el encuentro.
Cada apostante elige la que más le satisface sabiendo que las posturas son una proporción de 2 cantidades fijas de euros a la que se somete la apuesta. La primera es la cantidad a perder y la segunda es lo que se puede ganar. Así, si el corredor canta 100 a 50 azules, y se acepta la apuesta, significa que si los azules vencen el apostante ganaría 50 euros (de los cuales se le descontará un porcentaje estipulado para la empresa, llamado corretaje), pero en caso contrario perdería 100 euros.
Estos pagos y cobros se realizan con el corredor de apuestas al final de cada partido en el propio frontón.
Como dato curioso, mencionar que las apuestas se materializan en pequeñas papeletas que el corredor lanal apostante dentro una pelota de tenis hueca, y que una vez recibida, el apostante devuelve al corredor.
Hoy en día también existe la posibilidad de apostar por Internet.
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